Juntarse con las amigas en la tarde a conversar es una práctica que había dejado de lado últimamente, privilegiando el verme con ellas en algún carrete y con más gente, pero pucha que es entretenido y reconfortante reunirse con las niñas de siempre.
Hoy en la tarde lo puse en práctica y me junté con mis mejores amigas a tomarnos un café bien conversado, tanto así que no nos dimos cuenta cómo se nos pasó la hora volando y ya estaba oscuro. Nos reímos mucho, nos pusimos al día y hablamos de cosas que no se hablan en un carrete, el ambiente es diferente y hay más confianza que en un pub o una discoteque. Hablamos de la vida, de los hombres, de plata, del futuro, de la regla (encuentro medio shulo lo de "menstruación"), de recuerdos del colegio, y OBVIAMENTE hicimos un pelambre poco... extrañaba momentos así.
Definitivamente, se convertirá en un evento que repetiré mínimo una vez al mes.
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